jueves, 14 de abril de 2011

UN ARTÍCULO: LA CREDIBILIDAD


FARID KURY
Dice Vincho Castillo que la precandidatura de la distinguida doctora Margarita Cedeño es un error. Ciertamente, para mí, lo es, lo cual no es nada extraño.
La gente comete errores. Nada es perfecto bajo el sol y definitivamente no somos infalibles.
Pero la pregunta sería: ¿De quién fue el error? ¿Quién lo cometió? En este caso, no importa quién lo haya cometido. Lo que importa es que la gente se lo atribuye al presidente Leonel Fernández.
La gente piensa que esa candidatura fue impulsada con su consentimiento, con su aprobación. Es difícil pensar lo contario.
El viernes el presidente planteó sus razones para no buscar una repostulación.
Dijo que él no es un hombre ambicioso ni es un caudillo. Que él es un simple soldado humilde del pueblo con deseos de servir a su país. Bien, no es el momento, ni hay necesidad, de analizar eso. 
El hecho es que todo el mundo aplaudió esa postura. El país se sintió aliviado y celebró las palabras del presidente.
Qué bien, la gente dijo, tenemos un presidente desprendido. Pude sentir que la imagen y la credibilidad del presidente mejoraron.
Ahora bien, todo se derrumbó, como dice la canción, cuando menos de 48 horas después permitió que la precandidatura de su esposa fuera propuesta y aprobada por el Comité Central. 
La gente sintió entonces que lo que dijo el viernes fue un teatro, una farsa, una pantalla, una engañifa. Que todo obedeció a que como no puedo ir, trato de seguir a través de mi mujer.
La gente ahora se siente engañada, estafada. Sienten que el presidente las engañó, que no fue sincero. La política es credibilidad e imagen. Hay que batallar duro para no perder la credibilidad. Nada es más importante, en la política como en la vida misma, que la credibilidad. Cuando usted la pierde, pierde automáticamente el favor, el amor, el respeto, el aprecio.
El autor es escritor y periodista de Hato Mayor

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